No me digás que no parece un helado de vainilla, chocolate y nata.
A la una y media de la tarde, con algo de hambre y con el solete que pegaba en Coruña, solo falta esta maravilla arquitectónica para empezar a babear por un helado.
Gastronómicos saludos.
2 comentarios:
Este por lo menos está hecho a propósito. Pasó una vez en Cangas, que en un edificio tenían que pintar la fachada, pero no se pusieron de acuerdo en el color, y al final, cada vecino pinto del color que le dio la gana. Suerte que solo había 2 colores diferentes, pero vamos, que el edificio quedó a rayas.
Eso no es ná, en Ferrol tenemos un hotel que parece un arlequín.
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A los hechos me repito.
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