sábado, diciembre 15, 2007

¡Nasío pa matá!

Lo que hace el aburrimiento. Recientemente he encontrado una página en la que te hacen una encuesta para saber con cuantos niños de 5 años podrías acabar en combate con tus manos desnudas, basándose en parámetros como tu tamaño o tus escrúpulos a la hora de usar niños como arma arrojadiza (¡palabra!).

27

Visto el resultado, seguro que el bueno de Herodes me podía haber dado trabajo. ¿Con cuántos podéis vosotros?

lunes, diciembre 10, 2007

"Semos" mayores de edad

Pues sí, amiguitos y amiguitas. Este blog ha pasado la ceremonia de iniciación que constituye ser blanco del puñetero spam... ¡Mi primer mensaje de spam! Casi me hace hasta ilusión. Podréis ver el susodicho mensaje mientras decido si me lo cargo o no...

Sigue bien, happy, happy...

domingo, noviembre 18, 2007

Perlas de sabiduría

Ley del empresario sobre el desarrollo software: "Si pones a 200 programadores con 200 ordenadores a teclear durante 1 año conseguirás un programa sin errores".

Ley de Haruma sobre el desarrollo software: "Si pones a 200 programadores tecleando en 200 ordenadores durante 1 año, conseguirás gastar un montón de teclados gastados y 200 dolores de cabeza".

Pregunta del día: ¿Qué es más peligroso: poner a chupatintas a tomar decisiones técnicas o a técnicos a tomar decisiones económicas? Si sois capaces de responder correctamente a esta pregunta, estáis en condiciones de montar vuestra propia empresa de desarrollo. ¡Enhorabuena!

Nos vemos, gente.

lunes, noviembre 05, 2007

Antología de curiosidades laborales

¿Habéis probado a pescar anguilas con vuestras manitas desnudas? Pues yo tampoco, pero seguro que no es muy diferente a intentar depurar errores de Javascript. Tú los buscas, sabes dónde están y casi te parece haberlos tocado, pero se escurren en tus manos cuando intentas agarralos. Sinceramente creo que si me dejáis a remojo en un río, tardo menos en salir con un pescado de lo que me ha llevado algún error idiota...

Siguiendo con símiles a destiempo, para el que tenga algún interés en sobre qué ha versado mi quehacer en los últimos tiempos (digamos un mes), podríamos dividirlo en dos categorías: whac-a-mole y asistente de Cenicienta. En la primera variante, tu (mi) jornada laboral consite en sentarte delante de un campo de topos con un martillo, un trabuco o una motosierra, que de todo hay, y descargar tu arma reglamentaria sobre la primera cabeza que asome. Largas y amenas jornadas de ejecución de pruebas en una aplicación, deseando con todas tus fuerzas que falle para tener algo que hacer un poco menos aburrido... En la segunda, te suministran una relación de pies y zapatos, y te dicen que los vayas calzando como puedas, pero, al igual que con las hermanastrísimas de la señorita C., el zapato no suele ajustar, por lo que tienes que rebanarles algún dedo o parte del talón (como hacían en la versión original del cuento) para ver si encaja. Puede que también sea necesario rehacer parte del zapato, o todo entero, intentando mantener el diseño que no cabe en el pie pero obrando el milagro de que entre. Herramientas de trabajo: set de trabajo en cuero, vaselina, serrucho y algodón, para rellenos o para cortar la hemorragia...

Así que si de mí dependiese la contratación de un nuevo programador, las habilidades imprescindibles serían:
  • Rapidez de reflejos. Los topos son veloces.
  • Habilidad en la pesca. A ser posible, manos con dibujo de neumático, para un mejor agarre.
  • Paciencia infinita. Dicen que es un requisito para la pesca, y no lo es menos para la caza de topos.
  • Vena McGyver. Con una aguja y un parche de cuero hay que currarse réplicas de Manolos en tiempo récord.
  • Cierto toque psicópata. Al fin y al cabo, si tiene que mutilar, que disfrute con ello, ¿no?
  • Saber cambiar las bobinas de papel continuo secamanos. Cuando el papel de manos se ha terminado, la toalla siempre está mojada (ley de Murphy apócrifa sobre los retretes en las oficinas).
Si alguno de vosotros reúne todas estas cualidades, que se lo haga mirar porque no puede ser bueno...

Buenas noches, y buena suerte...

miércoles, septiembre 12, 2007

De vuelta a las trincheras

Pues sí, señores y erizas. Después de mi fulgurante aventura a las órdenes del tío Sam, he decidido reengancharme, así que vuelta a las escaramuzas.

En esta ocasión ya cuento con cierta experiencia, y al parecer he aterrizado en un ejército con más medios . Basta decir que en lugar de cargarme charlies con un palillo, me han dado un arma y todo (¡ay! si añadiesen balas...).

La llegada siempre es emocionante. Después de firmar, me viene a recoger la teniente O'Neal en persona. Me da un garbeo por el cuartelillo y me presenta a la plana mayor de los oficiales. Tanto galón junto puede provocar indigestión, pero de momento salgo vivo y entero del encuentro. Acto seguido me comunican que durante los próximos meses voy a estar prestando apoyo a otra compañía, así que me presenta a la sargento. Mi sargento me hace una nueva ronda, en esta ocasión, con los demás sargentos y suboficiales. Después de compartir unos cuantos chistes y cotilleos con gente a la que a partir de mañana tendré que saludar cuadrándome, decide explicarme la situación:
- A ver, soldado, ¿conoce usted la república de Bananistán?
- Así en frío, mis sargento...
- Sí, hombre, que antes se llamaba Bananalandia.
- ¡Ah, Bananalandia...! los que exportaban plátanos, ¿no?
- Sí, plátanos... Bueno, pues son uno de nuestros aliados tácticos y tienen problemas, así que nos toca mojarnos el culo. Como parte de nuestro acuerdo de colaboración, nos compran el cañón de asalto MAT-A-MAT-A47, a cambio de una generosa suma de plátanos, pero como no quieren devaluar su materia de exportación, nos lo compran a plazos: una piña de plátanos y les montamos un trozo, otra piña y hacemos unas reparaciones... Total, que el cañón que tienen ahora está montado con la mitad de las piezas y sin tornillos.
- Bueno, es cosa de ir montando lo demás y...
- No, soldado. Lo querían operativo en la primera entrega, así que está funcionando y disparando.
- ¿Sin tornillos? Pero eso es un suicidio...
- Nunca discutas con un aliado, eso es cosa de los jefes... Tu misión consiste en hacer los apaños necesarios en el cañón, para que quede operativo y seguro.
- Bueno, por lo menos han entrado en razón.
- Negativo. Tienes dos piñas de plátanos. Haz reparaciones hasta que se agoten, luego lo dejas, pero que quede plenamente funcional.
- ¡Sus órdenes, mi sargento!
- Tendrás un compañero en esta misión...
- Menos mal, porque así, en frío, sin conocer el cañón ni nada...
- ... que se incorporará en dos semanas. Mientras tanto estás solo.
- ... (Y jodido, cabe añadir).
- De momento ve planeando las reparaciones y estudiando como está montado el cañón. ¡AR!

Cuando recuperé el color en las mejillas me encontraba rodeado de caras casi desconocidas, con los planos de IKEA del cañoncito de marras, intentando averiguar si el tornillo Gesterfeizcer es lo que el resto de los mortales conocemos como Allen...

Conforme pasaban los días, fui conociendo a más gente de mi nueva unidad:
  • Pete: El payaso oficial del grupo. Si esto fuese una peli bélica (y lo parece) es el soldado chistoso que en la penúltima escena te cuenta que tiene una preciosa novia esperándolo en Alabama justo antes de que se lo carguen de un tiro de mortero. Con la boca en una media sonrisa perpetua, nunca sabes si va a soltar un chistecito o a quejarse de lo jodidos que andamos.
  • Joe: Con unos años encima sería el típico sargento chusquero. Bajo, fuerte, compacto, el tío desprende solidez y seriedad. Empezó en el ejército de recadero y ha llegado a cabo. Se ve que está muy curtido.
  • Abe: Compoarte muchas carácterísticas con Joe. También desprende solidez y da confianza, pero suele dejar más a la vista su vena sarcástica, para aliviar la tensión.
  • Vic: Este es de Inteligencia seguro. Tiene más porte que cualquiera de los oficiales, y sin embargo te suele hacer reír en cualquier momento.
  • Andy: Mercenario, su contrato está a punto de vencer. Siendo tan pequeño tiene que ser bueno, o aquí no habría durado.
  • Serge: Operador de comunicaciones. Es el mejor en lo que hace, o le gusta dar esa impresión.
  • Ford: Mi compañero de fatigas en el chollo de Bananistán. Un profesional con un brillante futuro como oficial. El primer día que se incorporó desmanteló dos puestos de ametralladoras de los charlies mientras yo leía las instrucciones de mi fusil. Ahí es nada.
A pesar de lo que parece me he ido haciendo al cañón, y ya soy casi un experto, aunque me haya tenido que conseguir los planos en el mercado negro, porque la sargento no me los ha podido suministrar. Los charlies van cayendo, aunque los bananistaníes piden nuevas mejoras cada día y los plátanos son los mismos que al principio.

Corto y cierro.

viernes, julio 20, 2007

Una mañana de perros

A Al Pacino le tocó la tarde, a mí la mañanita (del viernes)...

Los que me conocen bien saben que duermo como un tronco, y que no me despierta ni una fanfarria al oído, así que ya jode cuando estando de vacaciones me despierto y me desvelo a las seis de la mañana, habiendo dormido menos de cinco horitas. Tras dar unas vueltecitas en cama y ver que el sueño no vuelve, decido levantarme para pasar el rato y, descartada la tele, hurgo un poco en internet. Como todos sabemos, menéame es a internet lo que el zapping a la tele: puede tragarse horas de tu vida y no sacarás nada de provecho. Mientras mis neuronas empiezan a hacer los primeros contactos, planifico la mañana. Tres actividades sencillitas: llamar a Orange de móvil para que me liberen el teléfono, ir al banco a que me arreglen la tarjeta de débito y acercarme a una tienda a comprar un móvil libre para otra persona...

En España es más fácil encontrar a los Reyes Magos jugando al tute con Papá Noel que hacer gestiones en la hora del café. Es una lección que nadie debería olvidar, pero lo jodido es averiguar qué considera cada uno hora del café. Haciendo cábalas decido que mi llamada al amable servicio de cabreo al cliente no debe ser antes de las 10 (escenario: llego a la oficina, me tomo un café, leo el periódico y si me acuerdo, atiendo al maldito teléfono que no deja de despistarme del crucigrama) ni más tarde de las 11 (hora de los primeros cafés de media mañana). Iluso de mí, no contaba con un factor extra, a saber, la hijoputez de:
a) Los amables contestadores humanos del otro lado del teléfono.
b) La dirección de la subcontrata, que puede que tenga plus por cada cliente desmoralizado.
c) La política de empresa en sí. "Oye, Paco, y si te llaman para X o Y, maréalos a ver si se arrepienten".

He expuesto los posibles destinatarios, la culpa que se la repartan ellos. Por mi parte les deseo un cáncer o muerte por ladillas carnívoras, a gusto del consumidor. Pero si hay justicia, por favor, que en su lecho del dolor, cuando quieran llamar a una ambulancia o pedir vez para el médico, ¡que al otro lado de la línea esté uno de sus compadres!

Resumiendo la situación Naranja, sea un cliente C, y los amables operarios W, X, Y y Z:
  1. C llama al servicio de atención con una consulta sencilla (liberar el móvil). C sabe que es sencilla porque ya lo ha hecho en el pasado ("Hola, deseo liberar terminal", "¿No prefiere la oferta megachachi en lugar de liberarlo?", "No", "Vale, deme datos, códigos y a su padre compulsado". Pim, pam y pa casa 5 minutos o menos).
  2. La amable señorita W coge el teléfono, pide datos iniciales y pone a C en espera para contactar con el Departamento de Liberación de Móviles. Si en vez de un departamento fuesen un frente, les quedaría mazo de revolucionario. Mientras tanto, C disfruta de "Las viejas glorias de la música New Age" cortesía de Naranjito y asociados, disponible en el chino al módico precio de 3 €.
  3. Tras varios minutos de espera, la muy amable señorita me informa que no puede contactar con el departamento. Puedo elegir entre llamar en unos minutos o llamar directamente al departamento, pasando por caja. Gracias, rica, pero por caja va a pasar Rita.
  4. Intento número dos: C contra la deliciosamente amable señorita X. Repetimos el paso número 3 hasta que C se sepa la letra del escaso minuto de tema New Age que le ponen en bucle infinito, y eso que no tiene. "Uy, mala suerte, no contactamos con el departamento...".
  5. Como los champús, lavar, aclarar y repetir. Esta vez C se tropieza con el no poco amable señorito Y. El señorito Y hace cuanto está en su mano para que el dominio de C sobre el tema New Age alcance niveles insospechados. Ya es un mantra zen más que un tema machacón... Tu mente está más allá de las penalidades del mundo terrenal... En estas, Y saca a C del trance para decirle que no ha podido contactar con el departamento. C, inducido por la falta de sueño, el trance New Age y el mareo variado ya se imagina a W, X e Y cogidos de la mano: "Departamentoooo, si estás aquí, ¡¡¡MANIFIÉSTATE!!!". Pero el condenado no se manifiesta, así que Y sugiere de nuevo que pase por caja... Todo sea por saltarme a los inútiles...
  6. C se echa parte de su orgullo como postre del desayuno y llama al número de pago. Lógica de negocio aplicada, si eliminamos el intermediario, facilitamos la transacción... "¡Pasen señores, pasen y vean! Conozcan y admiren al increíblemente amable, al único, al inimitable... ¡SEÑOORRR Z!". El amabilísimo señor Z hace la ficha policial de C y le comunica que las gestiones están en progreso "Por favor, no se retire". Creo que esa frase quedaría muy bien en el epitafio del señor Z. Groucho Marx: "Perdone que no me levante", Señor Z "Por favor, no se retire".
  7. Tras diez minutos, C ya no sabe si está hasta las narices del New Age, del "no se retire", o de sostener el teléfono contra la oreja. C resuelve mandar a Z a hacer puñetas, justo cuando Z viene y da a C el ansiado código de desbloqueo... ¿Ya?¿Fin de la odisea? ¡No! Z debe indicarle a C la secuencia de operaciones necesaria para introducir el código. C se plantea indicarle a Z donde se puede meter la secuencia, pero ya no queda mucho, al fin y al cabo eso debe ser un proceso relativamente estándar. C se imagina a Z cogiendo el manual que dice "Desbloqueo de Nokia", buscar la sección 3100 y recitar el código. Cuestión de un minutito o dos... "No se retire". A este paso C no se jubila si hace caso a Z.
  8. Tras otros diez minutos, C ya está recordando como hilar "Z" el verbo ir y "hacer puñetas" en la misma frase. Cual avezado telépata, Z reaparece para instruir a C en LA SECUENCIA, que C ya casi había encontrado por aburrimiento en Internet.
Queridos niños, segunda lección del día: la factura por intentar hacer legalmente algo que puede hacer un niño con un chupete y conexión a internet
0,15 € de establecimiento + 20 min x 0,12 centimos/min = 2,55 €
No hay buena obra sin castigo.

Entre tanto, antes de enzarzarme en discusiones con la mitad del abecedario, he hecho mis deberes: tenía pensado comprar un teléfono libre en oferta en una tienda y, conociéndome cómo se las gasta a veces la realidad, decido llamar por teléfono a la tienda en cuestión, para asegurarme. En la sucursal número dos me dicen que sí, que lo tienen, a lo que yo les pido que me lo guarden para dentro de una hora. "Sin problema". Claro, una hora calculada antes de hacer el melón con los amabilísimos señores de Orange.

Planificación mental "on". Para ir desde el punto P hasta el punto Q paso por el punto B. Decidido, me paso por el banco, que mi tarjeta pide papas y a ver si me la cambian. Proceso ya hecho con anterioridad: te la llevas en el momento (si mi memoria no es traidora). En el banco observo que la suerte me ha guiñado el ojo: "Su turno, 56", "Turno actual, 51". "La leche, es la primera vez que vengo a esta sucursal y no me toca pringar 20 números". Como diría Pocholo, "¡Fiestaaaaaa!". Los números vuelan, ya veo al pelón a punto de llamarme "55" y observo una pobre señora con una muleta y unos problemas de movilidad que ni nuestro difunto Juan Pablo II. En esto, Emerson "Pelón" Fitipaldi salta de número "56": dilema moral al canto ¿reclamo mi puesto o dejo pasar a la sufrida señor? Se impone el buenazo que llevo dentro y dejo que nuestra Papisa se encarame al mostrador. ¿Qué os he dicho hace unos párrafos? "No hay buena obra sin castigo". Todo sucede de golpe: la gestión de la Papisa parece de las largas; a la única empleada competente que me he topado ahí la reclaman para abrir no sé que fondo de inversión ("off" al menos media hora); la señorita de la ventanilla nº2 se va (Dios sabrá si al café o pa casa) y lo que yo pensaba que era su reemplazo se ocupa de la ventanilla "Sólo empresas". El tiempo pierde su significado cuando lo tienes que medir según cuántos empleados de empresa pueden lograr cambiar una cantidad arbitraria de dinero, pero así a ojo, la Papisa tardó unos 6 cambio-cronos en hacer su gestión. Un cambio crono se divide en:
  1. Saludar al cajero, al fin y al cabo lo ves todos los días.
  2. Soltar un pasturrial con la mayor diversidad posible de tipos de moneda, a ser posible con mucha calderilla y con billetes arrugados, no vaya a ser que la máquina de contar los coja a la primera.
  3. Estirar inexplicablemente la entrega de los cilindros de monedas o los fajos de billetes una vez que todo parece ya resuelto.
Cuando ya estaba planteándome afeitarme antes que dejarme un look Tom Hanks, se obra el milagro y la señorita de empresas se cambia de banqueta para atender una ventanilla de la gente de a pie. Y pita, claro, no se da cuenta de que su colega tiene el dedo rápido, así que llama "57". Y ahí voy yo.
- ¿Eres el 57?
- No, el 56, que aquí Fitipaldi se saltó a esa señora y no era plan de hacerle dar la vuelta muleta en ristre. La tarjeta, aquí donde la ves, parece que aún responde en cajeros, pero en las tiendas no va, y cualquier día me sacan las tijeras y me dejan con cara de gilipollas.
- ¿No funciona en los TPVs? (a esto, en mi pueblo, le llaman traducción simultánea).
- No. El otro día mismo tuve que dejar la compra en el súper de aquí al lado y venir rezando para que vuestro cajero me diese MI dinero.
- Vale, tienes que dejarla aquí, te tarda unos 4 días. (¿¿¿¡¡¡COMORL!!!???)
- Vale, ¿para el martes-miércoles?
- No. Laborables, para el jueves-viernes si hay suerte...

Bueno, viviremos. Me echo lo que queda de mi maltrecha paciencia a la chepa y me encamino a la tienda del móvil. Veinte minutos de paseo, pero hace un buen día para pasear, si no fuese porque me olvidé las gafas de sol y por lo tocapelotas que puede llegar a ser la gente. Al fin, sobre la una y veinte llego a la tienda (unos 50 minutos más tarde de lo previsto). Me la recorro hasta encontrar a mi nuevo ídolo. Presentamos la escena: tipo con polo de empleado de la tienda recostado contra un mostrador, con un mando de play 3 en la mano y jugando a un juego de coches en una pantalla de unas 50 pulgadas colocada a mi espalda. A su lado, otro que según llego se vuelve a lo que supongo que será su sección. Miro al as del volante y a su compañero alternativamente y, tras un minuto, el tipo recuerda que entre las novedosas funcionalidades que brinda la PS3 está la PAUSA (adoremos todos a la pausa).
- Hola, te llamé antes por un teléfono libre tal y cual...
- Menos mal que venías en una hora, ¿no?
Tócate los huevos, el dependiente con sarcasmo. Este faltó al cole el día que explicaron "Introducción a: El cliente siempre tiene la razón", "Fundamentos de amabilidad básica" y "Las 10 mejores formas de que un consumidor cabreado te patee los huevos".
- Ya, díselo al del banco.
No es una gran frase, pero es lo mejor que logro articular mientras intento no pensar en la capacidad de destripamiento de un disco Blue Ray. La sangre no destacaría sobre su polo.
- Pues estamos a punto de cerrar y no sé si podrá ser.
Hoy es un gran día para morir, ¿eh, chavalote?
A partir de ahí, y contra todo pronóstico, todo cuesta abajo. Me pasa con su prima la de telefonía, que muy profesional liquida el tema en 5 minutos y me acompaña a junto la que está de guardia en caja para librarme del peso de mis leuros.

Sí, gente, no se me ha muerto nadie en la familia, pero de puro milagro esta gentuza puede decir lo mismo.

Decía la gitana, "Dios te dé pleitos aunque los ganes". Versión reformas "Dios te dé obras aunque las acabe". Pues dos de cosecha propia: "Dios te dé atención al cliente aunque no lo pagues" y "Dios te de una hipoteca", sin aunque y sin peros, que eso sí que acojone.

Mientras tanto, yo sigo de alquiler y sin nombre definitivo para esto. A ver si nos estiramos con esas sugerencias.

P.D.: Donde veáis "amable" o cualquiera de sus derivados en esta entrada, podéis sustituirlo sin empacho por "hijo de puta". Que os aproveche.

jueves, junio 21, 2007

Fritas y con patatas, por favor

Esta viene a ser la receta de mis neuronas estos días. A la ya habitual empanada de neuronas cortesía de los exámenes se vienen a sumar unas cuantas moscas cojoneras y zumbonas.

  • Entrevistas de trabajo. Con mi firme intención de dejar de vivir de la sopa boba, he enviado currículums a todo lo que se movía (me veo aceptando curro en un prostíbulo, como aquella célebre alemana...) y estos amables señores han tenido la brillante idea de decidir entrevistarme justo en época de exámenes (el don de la oportunidad, ese gran desconocido). Os aseguro que es muy divertido preparar un examen de Compiladores pensando en qué tal te irá la entrevista, y si entre el lote de curricula (¡toma plural latino!, a rentabilizar segundo de B.U.P.) y expedientes que habrán recibido, el mío destacará (y si lo hará por arriba o por abajo...).
  • Notas por salir. Eso, rondándote el fantasma de las navidades pasadas ("uuuhhhh... vas a suspender...").
  • Mudanza. Por si no lo he comentado antes, me cambio de piso (bye, bye, horno), así que tendré que hacer una mudanza en breve. Lo peor es que justo el día 30 tengo una boda, por lo que ese fin de semana (el ideal) no podrá ser... Habrá que ingeniárselas contra reloj a la vuelta de la boda, y buscando tiempo entre lo que me deje el trabajo (si es que lo consigo, asco de expediente...).
Total, que entre pitos y flautas, neurona a la romana.

Marchando una tapita, camarero... Nos vemos en los bares.

martes, junio 19, 2007

El fin del horno...

Como dirían en la tierra de EcksEcksEcks, calma y tranquilidad, que no me he muerto ni tengo pensado hacerlo en los próximos días (lo de la mala hierba siempre ha estado a mi favor) ni voy a cerrar el chiringuito (a pesar del título apocalíptico).

Simplemente la razón por la que escogí el nombre de este antro va a dejar de ser válida en unos 15 días (o menos). Como decía la del chiste "Manolo... nos mudamos". Así es queridos niños, en un par de semanas el tito Rober (digo, Haruma, en que estaría pensando) va a ejercer de caracol y arrastrar todos sus bártulos sobre su chepa a un nuevo hogar (qué bonito suena dicho así...). Tan pronto como me instale y me instalen internet reanudaré mi actividad bloggera (en coma a día de hoy). A pesar de lo bien que pinte un piso cuando lo ves, siempre te llevas sorpresas con él, así que dudo que me falte material para escribir (las ganas son harina de otro costal).

Aprovechando la coyuntura, me voy a aprovechar de los pocos adeptos que todavía conservo... Queda oficilamente inaugurada una encuesta para decidir el nuevo nombre que le pondré a esto. Manifestad vuestra opinión a través de la sección de comentarios. El concurso está premiado con la felicidad de ver el nombre sugerido como título de un magnífico blog (o de éste, en su defecto) para el ganador, con una mención especial a la propuesta más original o desternillante o lo que se tercie, con un premio especial de ¡un chocapic! Ya estáis tardando...

Con esto damos por terminada la sección de autobombo de hoy. Sigue bien, ¡happy happy!

viernes, abril 13, 2007

Meta-meme

Tras el último post, he de decir que me salté ligeramente las reglas de los memes éstos, pero tiene explicación.
Un meme sigue una estructura de cadena (como los correos de "si no le mandas esto a 10 personas se te caerá la %&$· a trozos"). Cada vícitima tiene que "memear" a su vez a 6 personas, pero para esto yo me encuentro con dos problemas:
  1. En general no sigo las cadenas. Las ignoro. De hecho, esta es la segunda cadena que sigo en años (mis primeros tiempos con internet están borrosos). La otra sólo se la devolví a quién me la envió. En ésta me pareció simpático la idea de contar unas cosillas sobre mí.
  2. No conozco a seis personas que lleven un blog a las que enviarle esto. Es decir, que no se lo hayan enviado ya y que yo tenga suficiente cofianza con ellos. Aunque sigo unos cuantos blogs, no voy a mandarle el meme este al autor de alguno de ellos en plan "No me conoces, pero te mando un mensaje que no quieres y te insto a que me cuentes cosas personales". Simplemente no soy así.
Y eso es todo. No seguí las reglas, pero creo que me perdonaréis. Nos vemos.

Un meme

Bueno, la señorita Noe hace tiempo que me ha enviado un meme, así que me toca contaros seis cosas peculiares sobre mí:

  1. Me encanta el cine. No sólo las películas, sino verlas en el cine en sí. Y me invade una furia asesina (con permiso de Lobezno) cuando alguien dice algo del estilo de: "... ¿Vas a ver King Kong? Yo ya la tengo descargada, ja ja ja ja...". A ver, melón, me gusta ver BIEN la película. Con la calidad que tiene la tuya y lo chiquitín de la imagen, debería llamarse "King Amedio".
  2. Estoy hasta los huevos de las series japonesas (anime). Aquí es donde todo friki que se precie me mata, pero para mí es sangrante. Aclaremos, las hay muy buenas, pero eso no implica tragar toda la mierda que se produzca en Japón. Argumentos plagiados, no ya entre sí, sino incluso de productos occidentales (ya sé que también pasa al revés), personajes planos... Muchas veces da igual si es una serie de temática espacial, medieval o en el instituto, tienes a los mismos malditos personajes: el prota que no hace más que tropezarse con su lengua,;la chica tímida colada por el prota; la de gafas que no se ríe ni por accidente; la que parece mayor, con prominentes melones y domina el cotarro...
  3. No soporto la ineptitud de la gente que se las da de entendidos. Cuando lees un supuesto tutorial sobre como hacer lo que sea en Linux o Windows te sangran los ojos. Si no sabes, no lo escribas, si sólo lo has probado en tu ordenador, dilo. Y por todos los demonios/santos/dioses, aprende a escribir (en general) y estructúrate un poco.
  4. Relacionado con lo anterior: si vas a escribir algo público (blog, comentario en un foro, mail en una lista de correo) asegúrate de que tienes al menos el nivel de un niño de quinto de primaria. Si no dedícate a rascar un plato con un tenedor, será más placentero para todo el mundo.
  5. No duermo mucho, pero soy virtualmente indespertable cuando estoy dormido. En cierta ocasión vino una ambulancia a mi casa y ni siquiera me enteré. (Me pregunto si contará como superpoder)
  6. Siempre llevo los bolsillos llenos de cosas (a veces parezco un torero marcando paquete). No sé como hace el resto de tíos (sin contar los bolsos [portafolios]), pero yo sólo con móvil, llaves y un pañuelo ya parece que voy equipado para la guerra.

Bueno, se acabó lo que se daba. Me salto la última parte del meme por motivos que ya explicaré.

miércoles, marzo 07, 2007

Sobre tests interneteros

La entrada de hoy inaugura lo que puede ser una saga de posts un tanto egocéntricos.

Supongo que muchos de vosotros habréis hecho un montón de tests de lo más variopinto, desde uno que valora cuánto has vivido (creo que no ser adúltero puntúa a la baja en ese) hasta otros que te dicen si eres inteligente, religioso, etc...

De los que más me han gustado o sorprendido, he decidido poner aquí los resultados.

- En primer lugar, un test de religiones. Para entender la gracia de los resultados, os contaré algún detalle sobre mi. Aquí donde me veis (o no me veis) he sido educado (como la mayor parte de España) en la religión católica. Y a conciencia, con unos 10 años de catequesis, asistencia todos los domingos a misa, Comunión y Confirmación incluidas. Más adelante cobré un poco de perspectiva, y si bien estaba bastante de acuerdo con cómo se lo montaban en mi parroquia, me di cuenta de que no estaba nada de acuerdo con cómo se lo montaba la Iglesia en general. Ante tal grado de inconsistencia, decidí aparcar en batería lo divino de mi vida. Básicamente me formé una ética particular basada en una cita de Kant "Obra siempre según una máxima tal que quisieras ver convertida en ley universal" (aunque todavía no conocía al señor Kant). Es decir, actúa como desees que actúen contigo. Y razoné así: "Si no existe Dios, creo que mi conducta es socialmente positiva. Si existe Dios, esta conducta debería parecerle aceptable. Si no, es que no es un Dios en el que yo crea ni respete". Resumido, claro. Por lo tanto, no deja de resultarme curioso el resultado de mi test de religión:

"Eres un agnóstico. Aunque se suele suponer que un agnóstico no cree ni deja de creer en Dios, se puede ser "teísta" o ateo además de agnóstico. Los agnósticos no creen que sea posible demostrar la existencia de Dios (o la ausencia de ella). El agnosticismo es una filosofía para la que la existencia de Dios no puede ser demostrada. Algunos dicen que se puede ser agnóstico y seguir una religión; de todas formas, no se puede ser un creyente devoto si no se cree realmente." (traducido libremente del inglés)

Y numéricamente, mi compatibilidad con cada religión:
Agnosticismo ................ 96%
Satanismo ................... 75%
Budismo ..................... 58%
Islam ....................... 50%
Paganismo ................... 42%
Ateísmo ..................... 42%
Judaísmo .................... 29%
Cristianismo ................ 25%
Hinduismo ................... 17%
Conclusión: se supone que soy más musulmán o judío que cristiano. Y ¿satánico? Juzguen señores.

- En segundo lugar, un test de superheroes. Este requiere menos explicación, y los resultados, ahí van:

Your results:
You are Spider-Man


You are intelligent, witty, a bit geeky and have great power and responsibility.
Spider-Man

75%
Green Lantern

65%
Superman

60%
Batman

55%
Hulk

55%
Supergirl

48%
Robin

40%
The Flash

35%
Wonder Woman

33%
Catwoman

30%
Iron Man

30%



Click here to take the Superhero Personality Test


Es decir, básicamente soy Spider-man.

- En tercer lugar, tenemos el de supervillanos. Este lo hice una vez y perdí los resultados, pero decía que era el Joker, Doctor Doom y Magneto principalmente. Lo he vuelto a hacer para tener resultados exactos y ahí va lo que salió:

Your results:
You are Apocalypse
You believe in survival of the fittest and you believe that you are the fittest.


Apocalypse

64%
Magneto

54%
Dr. Doom

53%
Dark Phoenix

45%
Mystique

44%
Mr. Freeze

43%
Juggernaut

40%
Catwoman

40%
The Joker

37%
Lex Luthor

36%
Venom

36%
Poison Ivy

34%
Green Goblin

32%
Kingpin

28%
Riddler

26%
Two-Face

20%


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- Por último, hoy me he tropezado con un test que mide tu grado de estupidez en lugar de tu inteligencia. Ahí van los resultados:

StupidTester.com says I'm 7% Stupid! How stupid are you? Click Here!


Bueno, espero vuestros choteos al respecto.

Nos vemos.

viernes, marzo 02, 2007

Cecilia

Cecilia tiene casi quince años, pero parecen 17. Es alta y delgada, con la piel morena, el pelo liso y oscuro como la noche, como sus ojos, con labios gruesos y sonrientes. Lleva las uñas pintadas de granate, los dedos cuajados de anillos grandes y extravagantes, y se tapa la boca y mira al suelo cuando ríe con voz vibrante y grave.
Tiene acento argentino y a veces cuesta entender lo que dice, pero cuando hablas con ella parece que el niño fueses tú. Habla de lo que sea y se entusiasma, y se enciende hablando de la gente a la que no soporta. Tiene alma rockera y toca la batería, aunque se queja de no haber sido capaz de mantener un grupo con sus amigas.
Cecilia también es perezosa, le cuesta arrancar por las mañanas y le gusta bromear con su madre: pegarle la etiqueta de cualquier producto en la cara o colgarse sobre su espalda mientras se deja arrastrar. Su madre se "venga" avergonzándola, y cuando arranca a cantar, Cecilia se mira con mucha atención la punta de sus zapatos.
Le gustan las ciencias, y todavía no ha decidido si quiere ser paleontóloga o médico (como su madre).
Cecilia, resumiendo, es una chica excepcional: guapa, inteligente, simpática, bastante libre y un poco loca, y lo que es más importante, es mi prima. ¿Quién dijo que conocer a la familia era aburrido?

Hasta otra.

lunes, febrero 12, 2007

Estaba tomando caña...

Ya lo dice la canción, muerto no estaba (aunque quizá mal enterrado...)

Creo que el mayor problema de no escribir en tanto tiempo es que cuando lo retomas no sabes sobre qué escribir (y mira que mi vida no es muy movida). Recapitulando, desde mi última entrada, Vietnam se ha acabado ("so long, teniente Dan") aunque es probable que me fichen para invadir Irak y comerme así unos cuantos palos más. He vencido a mis tres dragones (y aún tengo pendiente la celebración etílica), aunque hay otros tres que amenazan con despedazarme. He dicho que no a un trabajo de mercenario (mal que me pese soy fiel al teniente Dan, y si hay que ir a Irak a chupar del frasco, pues se va...) y me he hecho mi solicitud para ganarme los galones. También ha habido un divorcio cercano (siempre sufrimos los niños) aunque no ha habido (aún) demasiados daños colaterales... Un buen aluvión de hechos en una vida generalmente aburrida.

Respecto a la guerra, qué le vamos a hacer, el teniente Dan ha influido (para bien o para mal) en el mercenario de la tecla que soy ahora. No puedo dejarlo tirado, y además es mi última oportunidad de enfrentarme a las hordas con un cuchillo y salir airoso (en el futuro invertiré en M-16 o cogeré un carrito de la compra en un supermercado yanki, formas más raras de armarse he visto). Además, durante mi última temporada de sevicio en Vietnam ya no estuve sólo contra los charlies, sino que tuve un fiel compañero (Bubba) que se peló el culo conmigo para que todo llegase a buen puerto (afortunadamente Bubba sobrevivió, no como en la peli), por lo que puede que la camapaña de Irak sea un poco más llevadera.

De los tres dragones, digamos que emulando a mi santo me cargué a dos limpiamente, pero el tercero todavía colea. Necesita un toque de gracia que le caerá encima en algún momento indeterminado entre ahora y junio. Pero los cabritos son como hidras, y nada más segarles las cabezas veo que ya tienen sustitutos ("¡¡Excalibur, dame fuerza!!").

Respecto al mercenariado, mi lealtad está con el teniente Dan, es decir, que no pagaban lo suficiente. De todas formas, me han hecho una propuesta para cuando acabe mi servicio con el tío Sam.

Para los galones fui a ver a uno de mis superiores, que me asignó un trabajito, y cuando lo acabe, sargento (mira tú como promocionamos).

Creo que lo peor ha sido el divorcio, pero para hablar de eso están sus protagonistas cuando quieran, si es que algún día tienen ganas. Mientras tanto el equipo de apoyo está (estamos) al 110% para lo que haga falta.

Y las cañas, nos las tomamos en el Encarna cuando queráis (pero invitáis vosotros, amiguitos).