martes, agosto 01, 2006

Temores cumplidos

Hace un par de semanas escribí­a sobre un par de temores a raí­z de mi nuevo trabajo.

El primero es jugar a las adivinanzas con el tiempo. Efectivamente, hace unos dí­as pude comprobar en mis carnes como se las gasta el clima cuando se pone cabroncete. Recapitulemos: Villagarcí­a, despejado (a las 7 de la mañana), Coruña, alguna nube (9:30), Coruña, calor asfixiante (14:30). Con estas condiciones y un servidor vestido de corto voy a comer a casa de una amiga a eso de las tres y pico. Después de la comida y la correspondiente sobremesa, mientras bajamos en el ascensor, oí­mos un ruí­do raro y, mientras teorizamos sobre si algún vecino se habrá puesto a hacer obras, yo comento que parece el tí­pico ruido de lluvia contra uralita.

Más me valdrí­a haberme estado calladito, que siempre me han dicho que estaba más guapo. Según salgo a la calle, unas gotas de lluvia como puños, el mismo calor asfixiante y rayos, rayos por doquier. Rápidamente algunas imágenes cruzan mi mente: Son Goku contra Freezer en Namec, Neo contra el Agente Smith en "Matrix Revolutions" o la famosa pelea bajo la lluvia de "Hero". Como en esta última, me veo arrancar a correr y golpear las gotas (deberí­a decir calderos) de lluvia con mi cara. Incluso me estaba planteando las ventajas de convertirme en superguerrero nivel 2. Y así­, mojado como una magdalena en el desayuno llegué por fin a la estación de tren, buscando al Agente Smith a mis espaldas.

El segundo de mis temores era que mi jefe llegase y me dijese algo así­ como "¿Aún estás con eso? ¡Que era para ayer!". No sucedió eso exactamente, pero se aproximó lo bastante como para que se me saliese mi vieja "Sonrisilla Irónica TM". Para no aburriros con detalles al respecto (a los que aún no os haya aburrido), digamos que mi labor consiste en coger un trabajo ya hecho y hacerle modificaciones, que según mis estimaciones me podrí­an llevar cerca de un mes con mi actual jornada de trabajo. Llamémosle un tiempo T.

Pues la semana pasada llegó mi jefe a interesarse por el transcurso de mi labor. Le explico que llevo cerca de la mitad y el hombre no parece disgustado. Acto seguido saca un papelote del lee otras modificaciones que se necesitan. Para resumir, y aún teniendo en cuenta que varios de los requisitos eran triviales y quedaron satisfechos al momento, si antes tení­a un trabajo que me exigí­a T horas de esfuerzo, ahora tengo unas 4T, más o menos, pero además el hombre comenta que estarí­a bien que estuviese todo en condiciones para la segunda semana de septiembre (os recuerdo que en agosto no curro y que la primera semana de septiembre estaré de exámenes...). Pero no todo van a ser malas noticias, así­ que me ha asignado al chaval que se sienta a mi lado (y parece un tí­o muy competente) para que me eche una mano, así­ que supongo que nos queda 2T horas de esfuerzo a cada uno, pero sólo disponemos de T horas laborables, así­ nos tendremos que lucir... Menos mal que por allí­ reina un ambiente de buen rollo que te mueres, que si no creo que ya estarí­a hiperacelerado, viéndolo todo en tiempo-bala.

En fin, que tal como ando últimamente y teniendo en cuenta que uno de mis mayores temores de toda la vida era que Freddy Kruger viniese a por mí­, creo que voy a empezar a dormir con una lima de uñas bajo la almohada.

"Atención, señores clientes, les recordamos que la sección de comentarios está abierta para todos aquellos que deseen compartir sus temores con nosotros. Gracias" (la voz de lata os la imagináis).

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