Hace un par de semanas escribía sobre un par de temores a raíz de mi nuevo trabajo.
El primero es jugar a las adivinanzas con el tiempo. Efectivamente, hace unos días pude comprobar en mis carnes como se las gasta el clima cuando se pone cabroncete. Recapitulemos: Villagarcía, despejado (a las 7 de la mañana), Coruña, alguna nube (9:30), Coruña, calor asfixiante (14:30). Con estas condiciones y un servidor vestido de corto voy a comer a casa de una amiga a eso de las tres y pico. Después de la comida y la correspondiente sobremesa, mientras bajamos en el ascensor, oímos un ruído raro y, mientras teorizamos sobre si algún vecino se habrá puesto a hacer obras, yo comento que parece el típico ruido de lluvia contra uralita.
Más me valdría haberme estado calladito, que siempre me han dicho que estaba más guapo. Según salgo a la calle, unas gotas de lluvia como puños, el mismo calor asfixiante y rayos, rayos por doquier. Rápidamente algunas imágenes cruzan mi mente: Son Goku contra Freezer en Namec, Neo contra el Agente Smith en "Matrix Revolutions" o la famosa pelea bajo la lluvia de "Hero". Como en esta última, me veo arrancar a correr y golpear las gotas (debería decir calderos) de lluvia con mi cara. Incluso me estaba planteando las ventajas de convertirme en superguerrero nivel 2. Y así, mojado como una magdalena en el desayuno llegué por fin a la estación de tren, buscando al Agente Smith a mis espaldas.
El segundo de mis temores era que mi jefe llegase y me dijese algo así como "¿Aún estás con eso? ¡Que era para ayer!". No sucedió eso exactamente, pero se aproximó lo bastante como para que se me saliese mi vieja "Sonrisilla Irónica TM". Para no aburriros con detalles al respecto (a los que aún no os haya aburrido), digamos que mi labor consiste en coger un trabajo ya hecho y hacerle modificaciones, que según mis estimaciones me podrían llevar cerca de un mes con mi actual jornada de trabajo. Llamémosle un tiempo T.
Pues la semana pasada llegó mi jefe a interesarse por el transcurso de mi labor. Le explico que llevo cerca de la mitad y el hombre no parece disgustado. Acto seguido saca un papelote del lee otras modificaciones que se necesitan. Para resumir, y aún teniendo en cuenta que varios de los requisitos eran triviales y quedaron satisfechos al momento, si antes tenía un trabajo que me exigía T horas de esfuerzo, ahora tengo unas 4T, más o menos, pero además el hombre comenta que estaría bien que estuviese todo en condiciones para la segunda semana de septiembre (os recuerdo que en agosto no curro y que la primera semana de septiembre estaré de exámenes...). Pero no todo van a ser malas noticias, así que me ha asignado al chaval que se sienta a mi lado (y parece un tío muy competente) para que me eche una mano, así que supongo que nos queda 2T horas de esfuerzo a cada uno, pero sólo disponemos de T horas laborables, así nos tendremos que lucir... Menos mal que por allí reina un ambiente de buen rollo que te mueres, que si no creo que ya estaría hiperacelerado, viéndolo todo en tiempo-bala.
En fin, que tal como ando últimamente y teniendo en cuenta que uno de mis mayores temores de toda la vida era que Freddy Kruger viniese a por mí, creo que voy a empezar a dormir con una lima de uñas bajo la almohada.
"Atención, señores clientes, les recordamos que la sección de comentarios está abierta para todos aquellos que deseen compartir sus temores con nosotros. Gracias" (la voz de lata os la imagináis).
martes, agosto 01, 2006
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